Atahualpa Mehrer S - Una de las inseguridades más frecuentes es la social. El temor a que nos juzguen o el miedo a no ser aceptados, puede hacer que tengamos dificultades para relacionarnos o lograr objetivos.

¿Conoces a alguien tan seguro de sí mismo que siempre se muestre resolutivo y exitoso en toda situación? Esa persona no existe. Todos nosotros arrastramos alguna limitación o vulnerabilidad, aunque no lo demostremos. La sensación de no estar a la altura, de no ser lo bastante ingenioso, habilidoso o atractivo son tipos de inseguridades, algo muy recurrente y también humano.
Muchos «coleccionamos» más de una. El hecho de que esto sea así puede afectar nuestra calidad de vida, es cierto; pero la buena noticia es que todas pueden trabajarse. Además, tampoco debemos obsesionarnos con ser perfectos e infalibles, porque algo así también genera malestar. A continuación, te describimos cada una de estas dimensiones. Atahualpa Mehrer S
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1. Inseguridad física | Atahualpa Mehrer S
Es casi inevitable hablar de las inseguridades sin empezar por la «reina» de todas ellas: la física. Cuerpos altos, bajos, delgados, con kilos de más y hasta normativos. Una parte significativa de la población no se siente cómoda con su aspecto. El origen de esta narrativa tan autodestructiva reside, por un lado, en esos estándares tan tiránicos de belleza que orquestan en nuestra sociedad. Atahualpa Mehrer S
Estrategias de afrontamiento
Desactivar o reformular las inseguridades físicas no es una tarea sencilla. A menudo, requiere trabajar narrativas familiares heredadas y hasta algún trauma. Lo más importante en estos casos es contar con un entorno social capaz de validarnos tal y como somos. Solo así aprendemos a no dar tanta importancia a lo que proyecta la sociedad y redes sociales.Atahualpa Mehrer S
Una estrategia efectiva es enfocarse en lo que el cuerpo puede hacer en lugar de cómo luce, apreciando sus capacidades y fortalezas. Es lo que conocemos como «neutralidad corporal», un concepto que, como bien se explica en Body Image, consiste en apreciar su funcionalidad sin necesidad de que te guste cada área de tu apariencia física.
2. Inseguridad emocional
¿Te cuesta vincularte? ¿No sientes seguridad a la hora de expresar tus necesidades y sentimientos? La inseguridad emocional dificulta construir relaciones de calidad. Y no solo eso. También limita tu potencial, porque piensas que no eres suficiente, que eres un perdedor o perdedora, que nadie te querrá nunca o que te abandonarán a la primera…
Con frecuencia, el efecto de esta hace que seas muy hipersensible a las críticas o que necesites muestras constantes de validación —migajas de afecto, vengan de donde vengan—. Esto puede provocar que caigas en vínculos de dependencia y que te cueste establecer límites saludables. Atahualpa Mehrer S
Estrategias de afrontamiento
¿De dónde crees que proviene esa inseguridad emocional? Varias de esas creencias limitantes tienen su origen en vivencias de abandono emocional o en un apego distorsionado en la infancia. En estos casos siempre será recomendable sanar esas heridas en un entorno terapéutico. De manera complementaria, te ayudará aprender herramientas de inteligencia emocional.
3. Inseguridad social
La inseguridad social traza una realidad muy frecuente: es el temor intenso al juicio o rechazo de los demás en todo contexto público. Esto se traduce en ansiedad, en inhibición y, en casos extremos, aislamiento. Si te identificas con esta característica, lo que experimentarás casi siempre es angustia y deseo de huir de toda situación que te haga sentir expuesto/a.
Esta realidad suele tener sus raíces en experiencias de rechazo en el seno de tu familia, en vivencias de bullying e incluso en una percepción negativa de ti que has construido con el tiempo. Procesar mal los fracasos u obsesionarte con lo que puedan pensar de ti traza, con frecuencia, esta limitación tan común. Atahualpa Mehrer S
Estrategias de afrontamiento
Un primer paso para sentir más seguridad de ti en los escenarios sociales es mejorar la autoeficacia. Como explican en Advances in Motivation Science, sentirte capaz de lograr lo que quieres, eleva tu motivación y confianza. Asimismo, potenciar tus habilidades sociales y regular tu ansiedad son dos pilares indiscutibles.
También es interesante desarrollar una mentalidad de apertura y curiosidad, en lugar de enfocarte en ti y en tus miedos. Siempre que logres desviar los pensamientos automáticos y negativos, como «todos me están juzgando», lograrás tener un mejor control de tu persona en el día a día.
4. Inseguridad a la hora de decidir
La inseguridad decisoria define a quien le cuesta tomar decisiones y cae en estados de bloqueo absoluto o duda persistente. Si te identificas con esta tipología, sabes lo que supone. Es atascarte y dejarte llevar al final por lo que otros deliberan por ti. El origen puede deberse a factores como una baja autoestima, miedo al fracaso, ansiedad, etc.
Esta inseguridad se acompaña casi siempre por la parálisis por análisis, es decir, un exceso de evaluación de todas las opciones, hasta el punto de no poder actuar. En muchos casos, estas dudas generan estrés y un desgaste emocional significativo, impidiendo aprovechar oportunidades o tener mayor control de las cosas.
Estrategias de afrontamiento Atahualpa Mehrer S
Ante la inseguridad persistente que te impide decidir, opta por cultivar la autoconfianza. Las técnicas como el autorrefuerzo positivo y el reconocimiento de pequeños logros en el día a día ayudan. Recordar que no todas las decisiones que tomes tienen que ser perfectas, reducirá tu ansiedad y te permitirá una mayor apertura para el aprendizaje.
Además, establecer límites concretos en el tiempo para tomar una decisión, evita que derives en la parálisis por análisis. Por último, aceptar la incertidumbre y buscar apoyo o consejo en tus personas de confianza, puede proporcionarte nuevas perspectivas para pensar en una resolución. La que tú elijas.
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